La enfermedad en el recién nacido cursa como septicemia, neumonía o meningitis. La incidencia de la infección en neonatos, sin las medidas de prevención adecuadas, es de 3 de cada 1000 recién nacidos. En ámbitos en los que se han instaurado programas de prevención, es posible reducir la incidencia de esta infección hasta el 0.26 por mil. Dónde se encuentra el EGB? Tanto en el hombre como en la mujer, el tracto gastrointestinal (recto) es el reservorio del EGB, como habitante (flora) normal. Desde allí, el EGB puede colonizar la vagina y pasar a ser parte de la flora normal también allí, sin causar infección. La colonización vaginal es intermitente y en embarazadas alcanza una frecuencia del 10 al 30 %. Como se transmite el EGB al bebé? La transmisión del EGB de la madre al recién nacido sucede principalmente al comienzo del parto o tras la rotura de membranas (“bolsa”). Aproximadamente el 50 % de los recién nacidos de madres colonizadas, estará también colonizado (portador). De ellos sólo entre el 1 y 2 % desarrollará infección. No está del todo claro porqué algunos recién nacidos desarrollan infección y otros no. Algunos factores de riesgo para el desarrollo de infección son: recién nacidos prematuros, rotura prolongada de membranas, fiebre intraparto, hermano afectado previamente por infección neonatal por EGB. La tasa de transmisión de EGB desde la madre al recién nacido es muy baja durante las cesáreas programadas. Como se puede prevenir al bebé de esta enfermedad? Las estrategias de prevención propuestas y aceptadas por la mayoría de las sociedades de Ginecología y Obstetricia y de Infectología de todo el mundo, consisten en el rastreo de colonización por EGB en la mujer embarazada entre las semanas 35 y 37 y el tratamiento antibiótico endovenoso con penicilina o ampicilina durante el parto, de las mujeres cuyo resultado fuera positivo. Las mujeres a las que se le realizará cesárea programada no tienen indicación de profilaxis antibiótica. Como se realiza el rastreo de colonización de esta bacteria? Se realiza efectuando cultivo vaginal y rectal a todas las embarazadas entre las semanas 35 a 37 de gestación para detectar la presencia de EGB. Como dijimos anteriormente, la colonización vaginal es intermitente y cultivos realizados antes de las 5 semanas no son fiables para predecir el estado de portadora en el momento del parto y deben ser repetidos. Por lo mismo, las embarazadas que hayan estado colonizadas en un embarazo anterior pueden no estar colonizadas en el embarazo actual. |