 Así mismo, aparece el instinto de nido. Esto por lo general ocurre en el momento inmediatamente anterior al parto. Se manifiesta en una necesidad urgente de limpiar o de realizar obras o cambios importantes en la casa. Es la forma que tenemos de expresar los deseos de preparar “el nido” para el recién nacido ( se lo llama así porque lo mismo ocurre en las distintas especies del reino animal). Te vas a encontrar ordenando, armando su cuarto, colocando su ropita en el placard, decorando el ambiente. Este sentimiento, mezclado con el cansancio típico de los últimos meses, pueden agotarte y sin embargo vas a seguir haciendo muchas tareas. Es como si la naturaleza te dotara de una vitalidad especial para afrontar el esfuerzo que supondrá el parto.
El deseo de mantener relaciones sexuales decrece, bien por miedo a dañar al feto, bien por una disminución de la libido. Sin embargo, excepto en casos de contraindicación médica, mantener relaciones sexuales no es perjudicial. Estas te ayudaran a liberar la ansiedad y contribuyen a la elasticidad y flexibilidad de los músculos perineales.
En este periodo todas las mamas se plantean algunos temas con mas fuerza:
*La “muerte”, algo que no esta presente en otro momentos de la vida de una mujer ahora se hace presente y puede provocarte sentimientos de angustia.
*En algunas mujeres surge la necesidad de aferrarse a su mamá, como manifestación del deseo de compartir con tu madre lo que te está pasando.
*Las limitaciones físicas provocan sensación de falta de independencia e imposibilidad para realizar determinadas tareas y esta limitación, para muchas mujeres, es motivo de tristeza
*Aparecen muchos sentimientos encontrados ¿le querré? ¿Sabré cuidarlo? ¿Sabré educarlo?
*Cambia la escala de valores, es decir, lo que antes te parecía muy importante (el trabajo, los amigos, los viajes...) pasa a hora a un segundo plano. El primero está ocupado por el bebé que va a nacer. A veces podes sentir que tu pareja esta celoso de esos cambios. Es importante que compartan las vivencias y que con cariño le indiques que él es muy importante para vos y que es necesario que te apoye en este “nuevo camino” que inician juntos.
- Sintiéndote cada vez más!
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| Este trimestre representa muchas cosas para vos. Los cambios psicológicos cobran mucha fuerza y los físicos se acentúan. |
Por el peso de tu panza vas a adoptar posturas que pueden generarte molestias. Es importante que las corrijas cuando empezas a sentirlas para que no se agraven los malestares. Conviene mantener una postura erguida (no echarse hacia delante ni curvar en exceso la columna), sentarse con la espalda recta y bien apoyada en el respaldo, y evitar cargar peso y llevar tacones También es importante controlar el peso y hacer ejercicio para fortalecer la musculatura. Los cursos de preparto son una excelente terapia. Tus senos han aumentado en tamaño y amplitud a medida que avanzó el embarazo. La inquietud por la proximidad del parto y la dificultad para encontrar una postura cómoda suelen provocar alteraciones del sueño. Es importante remarcar que no podes tomar ninguna medicación para dormir, ni ansiolíticos. Para una buena relajación antes de dormirte podes bañarte. Los baños templados pueden ayudar. El descanso en este trimestre del embarazo se hace difícil por el tamaño de tu panza, pero es importante lograrlo. Podes probar recostándote de costado, tomar una siesta (si es que ya no estas trabajando), hacer ejercicios de respiración antes de acostarte, etc. Indicios de que el parto está próximo
El tapón mucoso (que obstruye el cuello del útero) se puede ir desprendiendo poco a poco entre siete y dos días antes del parto (a veces no se nota).
También pueden aparecer contracciones suaves. Los inicios del parto suelen ser lentos y no hay que precipitarse: conviene avisar a tu medico o a la partera (dependiendo de cómo sea la modalidad de tu cobertura de salud) cuando las contracciones se repiten cada diez minutos durante una hora.
Si se rompes bolsa, debes ir a la clínica sin demora para prevenir infecciones.
- Ultimas semanas antes del parto
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| Puede que tus ánimos no sean los mejores y tengas miedo, es algo normal. Tendrás tus días de buen humor y días en que no tendrás ganas de nada. El parto es ansiedad y felicidad, y mientras mejor te prepares todo resultará más fácil. |
En los últimos tres meses el bebé comienza a crecer mucho más rápido, y tu panza también y probablemente tengas algunos dolores de espalda que quizás te quiten un poco de sueño a la hora de dormir.
Debes procurar descansar en los últimos meses evitando caminatas o estar parada por largos períodos de tiempo. Procura tener espacio suficiente para ir cómoda cuando tengas que viajar. Es bueno que busques alguna alternativa para relajarte y prepararte durante el parto.
Tu cuerpo comienza a sentir el peso en los ligamentos y articulaciones, y tu centro de gravedad comienza desplazarse lo que te hará sentir menos flexible que antes. Para evitar un poco estas incomodidades se recomienda practicar la natación, ya que te permite tonificar tu cuerpo y al mismo tiempo el agua te ayuda con tu peso y el de tu bebe reduciendo las molestias en articulaciones y ligamentos.
La nutrición en los últimos meses es de mucha importancia y tienes que aumentar tus comidas ingiriendo unas 200 calorías extras, debido al crecimiento del bebé. Procura evitar comidas con salsas ya que la acidez te puede dar molestias estomacales, además notarás que tus piernas se hinchan debido a la acumulación de agua que tu cuerpo origina en forma natural y solo lo puedes evitar tomando más agua.
Y ahora preparada para el parto?
Recordá que los partos son impredecibles, procura tener los teléfonos más importantes cerca y si tenés hijos organizar previamente con algún familiar o amigo para que los cuide en el momento de partir para la clínica. Armá el bolso para la clínica con anticipación para que no te agarre desprevinida. |
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Así mismo, aparece el instinto de nido. Esto por lo general ocurre en el momento inmediatamente anterior al parto. Se manifiesta en una necesidad urgente de limpiar o de realizar obras o cambios importantes en la casa. Es la forma que tenemos de expresar los deseos de preparar “el nido” para el recién nacido ( se lo llama así porque lo mismo ocurre en las distintas especies del reino animal). Te vas a encontrar ordenando, armando su cuarto, colocando su ropita en el placard, decorando el ambiente. Este sentimiento, mezclado con el cansancio típico de los últimos meses, pueden agotarte y sin embargo vas a seguir haciendo muchas tareas. Es como si la naturaleza te dotara de una vitalidad especial para afrontar el esfuerzo que supondrá el parto.
