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VISITA AL MÉDICO


  • Estudios a realizar: Ecografías
El médico obstetra pide una serie de estudios y análisis que permiten evaluar el desarrollo del embarazo y por otra parte intentar que las futuras mamás estén más tranquilas y puedan alejar los miedos más comunes que se presentan durante el embarazo.
En la primera consulta se hace un estudio para confirmar el embarazo mediante una prueba de laboratorio y una ecografía por vía transvaginal.
Asimismo, se realiza un chequeo completo que incluye desde una colposcopía (en cada consulta) hasta un análisis de sangre, que permite descubrir infecciones y determinar el grupo y factor sanguíneo. En embarazos normales y de bajo riesgo, también se indica un monitoreo fetal semanal a partir de la semana 37 hasta el parto.
La primera ecografía obstétrica se realiza a partir de la semana 10 y se repetirá en el segundo y en el tercer trimestre.
La ecografía es un estudio de diagnóstico por imágenes que capta imágenes por medio del ultrasonido; no existe irradiación, por lo tanto no es peligroso para la mamá ni para el bebé.
Entre las 23 y 36 semanas se puede realizar la ecografía 4D para ver la carita del bebé y descartar malformaciones en la cara y en la boca.
Pero más allá de estos análisis, lo importante es realizar siempre la consulta médica.
Esto significa: una evaluación general, chequeo de tensión arterial y peso, entre otros controles, que van a asegurar que la mamá y el bebé están viviendo un embarazo sin complicaciones.
En cada ecografía se pueden analizar distintas cosas.
En el primer trimestre del embarazo, por ejemplo, se pueden ver las características del saco gestacional, la presencia y la actividad del embrión y el funcionamiento cardíaco.
En el segundo trimestre, después de las 14 semanas, se estudian, entre otras cosas, el eje vertebral, la actividad del cuerpo y los miembros del bebé, el desarrollo de la placenta y el cordón umbilical.
Finalmente, en el tercer trimestre, es importante determinar el desarrollo del feto, comparando sus medidas con estudios anteriores, para descartar un retraso en el crecimiento.